jueves, 10 de enero de 2013

¿Y ahora por dónde?


He decidido compartir mis momentos creativos, mi búsqueda de la creatividad, de cómo funciona y cómo entenderme más a mi misma a través de ella.
Darme de corazón, en mis momentos luminosos y en mis momentos de búsqueda en las cavernas oscuras creativas.
Cada vez tengo más claro que mi camino es compartirme a través de la creatividad que se expresa a través de mi, creatividad entendida como capacidad para transformarme y transformar mi vida, y expresarme a través de una dimensión artística.
Tengo la facilidad de poner en palabras procesos internos profundos y complejos, y si estas palabras pueden ayudar a otro ser humano a entenderse mejor por dentro y aplicar mis herramientas para su vida, bienvenido sea. Hemos nacido para aprender y crecer y compartiendo lo que crecemos somos más.

 Los tiempos de duelo son necesarios. Cuando un camino creativo al que habíamos dedicado de corazón nuestra ilusión se cierra, es necesario reconocerlo y respirarlo. Cuando me presento a un concurso o presento uno de mis proyectos y no sale, algo dentro de mi se rompe… Salvando las distancias y con todos mis respetos siento un desgarro interno como si estuviera viviendo un aborto, como si algo se desgarrara en mi útero y no pudiera nacer en el mundo.

Desde niña siento que me cuesta estar en este mundo, he ido recogiendo lo que personas que me quieren bien y yo a ellas me han transmitido a lo largo de mi vida: quizá mi energía es muy fuerte, mi fuerza es a veces insostenible hasta para mí, voy demasiado rápido más rápido que el tiempo y no tengo paciencia, las cosas que intuyo o imagino son un poco vanguardistas para este momento y en ocasiones resultan incomprendidas, o el “mundo no está preparado”, o mi creatividad es demasiado sincera.
Quizá mi arte habla del cambio, de la expansión de la conciencia, habla del Ser humano en cambio, habla de cara, sin tapujos, con honestidad, eso sí, con mucho humor y mucho amor. Todo esto por ponerle juicios de valor, para mi son lo que son, soy lo que soy y el sufrimiento existe mientras no me permita ser yo misma.

Es como cuando alguna persona indecida me llama para hacer alguno de mis cursos y me pregunta: "¿Pero qué hacemos en tu curso?" y respondo: "experimentar herramientas para permitirte ser tú misma" el límite no existe. Y  a veces añado que si quiere recordar quién es en esencia, lo hará, gozando de sí misma y con acciones concretas y claras para su vida pues todo depende de ella misma

Así es, en la medida en que me he tratado de reprimir o empequeñecer para encajar en el mundo me he dañado, y lo he hecho mucho y muchas veces. Soy lo que soy y hago lo que hago, lo mejor posible y con todo el amor que soy capaz de expresar, eso siempre.

Es cierto que parte del sufrimiento innecesario, de mi boicot interno, mi criticona interna, pasa por poner el foco en aquellas cosas que no salen, hacerme un lavado cerebral e investigar los porqués… al final da igual, las cosas no salen porque no salen y es la realidad, lo que hay. La realidad nunca se puede negar. Le pongo conciencia y elijo, cada vez más, poner el foco en las pequeñas cosas que sí salen, en mis hijos creativos que sí han logrado nacer en este mundo, en las personas a las que mi arte les toca el corazón, en cómo sirve y ayuda lo que hago en coherencia con lo que soy, por supuesto a mí la primera, uno hace lo que hace para sí mismo y desde ahí se comparte, así lo siento.

Digo que los duelos son necesarios porque una no se puede recomponer de la noche a la mañana de varias negativas de ilusiones creativas seguidas. Es cierto que la ilusión es un alimento interno que no depende de causas externas, que la felicidad ha de ser interna e incausada y por esa línea para mi ronda el éxito, más también es cierto que las cosas que no salen duelen y hay que darles su espacio para que sanen.

Lo que sí es digno de observar es el personaje interno que boicotea. He descubierto que dentro de las miles de martas que viven en mi laten dos con fuerza: mi niña interior, mi artista, mi capacidad emocional ilimitada, mi capacidad para dar vida con ilusión a la expresión libre de mi Ser, del Ser con total lucidez, para mí esta energía es la misma con sus distintos matices y nutre y alimenta. Construye.

Otra es una dimensión de sombra proporcional a mi poder creativo. en destructivo, con infinitas aristas y una capacidad boicoteadora inimaginable para hacer que haga cualquier cosa antes de sentarme a escribir, a crear, a focalizar, a ordenarme, a buscar cómo meter la cabeza para servir más y mejor a través de mi arte en este mundo, a creer en mi y a crear para mi. Está tan bien construida que me admira y hasta me da la risa.

He decidido tomar esa parte con respeto, con mimo, amarla, darle su espacio, su rincón en mi corazón y en una estantería de mi casa; para mi exteriorizar los procesos internos es poderoso, es hacer magia. Rendirme ante esa parte que quiere expresarse y tiene todo su derecho. Rendirle su lugar, darle su altar, alimentarla con amor, darle la atención que merece. Le he preguntado para qué existía, y me ha respondido: "para ayudarte a expresarte a ti misma". 

Como dice en uno de mis cuentos, aunque no lo sepamos todo rema hacia el mismo camino, los miedos sólo son capacidades que tenemos que nos da miedo reconocer, pues tememos nuestra fuerza. Cada vez me doy más cuenta que en esta realidad dual en la que habitamos, no hay bien ni mal, parte bonita o parte fea, somos todo, soy todo y en la medida en que más ame lo que menos me enriquece a priori, más rico se hará a la larga, más fácil será el camino y más felicidad disfrutaré. La conciencia es una, es unitaria, y en la medida en que nos damos cuenta, todo se integra dentro y fuera.

Antiguamente pasaba por encima de mis duelos, sacaba mi fuerza interna y decía “palante” pero la heridita seguía ahí y varias heridas se acumulan y hacen pus hasta que miramos cómo abrirlas, se abren y sanan siempre, pero cuesta más.

Ahora me tomo mis tiempos de vaciado, de abortos creativos, de duelos, y lo que esconde ése dolor es el vacío para poder llenarse con nuevas ilusiones y lo más sorprendente de la naturaleza, ¡qué sabia es!, es que al igual que una mamá aborta y el útero se prepara para acoger con más amor y mimo a la nueva criatura, la creatividad que renace renace con más fuerza.

Un aborto creativo es aplicable a cualquier dimensión de la vida, pues todo es creación, creamos todo a nuestra alrededor y en la vida toda vida es la misma.

Entonces, tras tomarme mi tiempo sí puedo decir: muy bien vida… ¿Y a hora por dónde?