miércoles, 29 de agosto de 2012

Tu niñ@ interior no necesita sanar ES SANO


“Los adultos necesitamos re-educarnos y llenar nuestra Alma de historias que nos ayuden a re-cordar, a través de nuestra imaginación, que SOMOS MUCHO MÁS DE LO QUE CREEMOS, y que además, todo es mucho más fácil si escuchamos el latido de nuestro corazón.

Olvidémonos de que para acceder a nuestro niño interior hay que sanar heridas, no hay heridas que sanar. 
 Imagínate a tu niña o niño interior feliz, pues ése es su estado natural. Son la mejor versión de nosotros mismos. 
Permitámosles Ser sin excusas. 
Abrámonos a recibir, todos los maravillosos regalos que nos tienen que aportar nuestros niños y niñas interiores, a través de la vida que elegimos vivir”
Marta ARTEaga


Artículo Marta ARTEaga, terapeuta y artista polifacética que enseña “herramientas a través del arte para cambiar por dentro” y a quien entrevistamos en este artículo, sobre nuestro niño-a interior y cómo acceder a él.

Es así de fácil, no hay nada que sanar.
El concepto de niño-a interno merece una definición, al menos mi manera de sentirlo y experimentarlo.
Para mi, el niño-a interior, es nuestra parte de Luz, y de Amor puro. Lo que muchos llaman “conciencia crística”, esa parte no puede ser herida, pues simplemente ES, y es perfecta. Se mantiene en la vibración y en la frecuencia de luz y amor puros. Por tanto, no hay que sanar a nuestro niño interior. Sí hay que tener una sana-acción como adultos, para volver a re-cordar (pasar por el corazón) quiénes somos.

Nuestro Ser es, no necesita ser sanado. Necesita que volvamos a él, que vivamos según la mejor versión de nosotros mismos.
¿No es acaso el estado en el que viven los niños?

Su imaginación, no conoce límites. En este punto, el adulto, pervierte esta libertad con el concepto de la fantasía: “es que estás en las nubes”… o: “tienes demasiados pájaros en la cabeza”.

No es igual vivir en mundos irreales que disfrutar del maravilloso don que es la Imaginación (capacidad para percibir imágenes de otras realidades, y poder crearlas en la materia: imagen en acción).
Los niños son creadores de mundos a través de su imaginación. Es más, los creadores de mundos de este mundo, se nutren de su imaginación.
¿Cómo re-cordamos nuestros dones? A través de un triangulo mágico: imaginación, creatividad, y juego-risa.
-La imaginación establece puentes, a través de la acción entre el mundo interno, y el exterior (lo que algunos llaman realidad). Es nuestra SABIDURÍA interna, nuestra Luz.
-El juego nos ayuda a estar en el momento presente, y la risa eleva el alma. Juego y risa siempre van de la mano. Nos recuerdan esa vibración, ese estado de paz y de alegría, esa tranquilidad de “todo está bien”, que sólo se vive estando en el momento presente, pues sólo se experimenta realmente la materia, disfrutando de ella. Y cuando disfrutamos sentimos AMOR por nosotros mismos y por la VIDA.
-La creatividad es la acción en si misma, nos permite expresar, dar forma, a nuestra original y única manera de ver el mundo, poner nuestras ideas en la acción (en la materia). Abrirnos a nuestras sutiles percepciones, a nuestra capacidad de percibir la información, a nuestra sensibilidad. A través de nuestra VOLUNTAD.
Soy, terapeuta de niño-a interior: facilitadora de herramientas de acción, que nos ayudan a conectar con ese triángulo mágico: imaginación-creatividad-juego. Así accedemos a nuestros dones, a nuestra energía de niños y niñas, así recordamos nuestras “misiones vitales”. Así conectamos, con lo mejor que somos, con nuestra capacidad pura para amarnos a nosotros mismos por lo que realmente somos.
También soy escritora y CuentaCuentos en la misma línea (para el niño-a interior de los adultos) pues los adultos necesitamos re-educarnos en este sentido. Llenar nuestra Alma de historias que nos ayuden a re-cordar, a través de nuestra imaginación, que somos mucho más de lo que creemos, y que además, todo es mucho más fácil si escuchamos el latido de nuestro corazón.

Olvidémonos de que para acceder a nuestro niño interior hay que sanar heridas, no hay heridas que sanar. Imagínate a tu niña o niño interior feliz, pues ése es su estado natural. Son la mejor versión de nosotros mismos. Permitámosles Ser sin excusas. Abrámonos a recibir, todos los maravillosos regalos que nos tienen que aportar nuestros niños y niñas interiores, a través de la vida que elegimos vivir.