miércoles, 28 de febrero de 2018

De cómo dirigir un periódico con 20 años de 60.000 ejemplares


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¡Qué maravilla encontrarse esto al abrir un cajón! 
Con 20 añitos, cuando estudiaba Periodismo y Comunicación Audiovisual en Salamanca, dirigí este periódico de difusión gratuita. Se repartían 60.000 ejemplares (sí, 60.000 es una barbaridad!) en Salamanca, Ávila y Zamora (Universidad de Salamanca). 
Fue un reto creativo impresionante. 
Internet estaba en pañales y cada una de las fotos, cada diseñito era nuestro, concretamente de Lucía Fernández Ramón, excelente fotógrafa y diseñadora (el diseño del horóscopo es digno de ser visto)
El contenido a cargo de unos periodistas que ya eran geniales y siguen siéndolo: Chema Sánchez, Elvira Cantabrana,  Pike, Isabel, entre otros.
Cada uno se ocupaba de hacer la parte que más le gustaba: música, cine, literatura, noticias universitarias, locales, nacionales, internacionales...
Nuestras fotos de firma éramos nosotros de niños (ya estaba el niño interior sembrándose).
Las secciones estrella: la entrevista al profesor conflictivo o más querido del campus, y los mensajes cifrados que los alumnos nos enviaban dedicándoselos a sus compañeros para ser publicados (no existía wassap ni mesenger, ni red social alguna, esta era nuestra red). Era un acto poético en sí.
Un trabajo en equipo delicioso.
Íbamos a las ruedas de prensa, entrevistábamos a personalidades importantes. De un número a otro, los anunciantes locales pagaban publicidad por estar en nuestro periódico. Conseguíamos ¡todo! porque nos movía la ilusión y las ganas de ser un medio con voz propia.
Fue una de estas cosas bonitas bonitas, que nos dejaron sin dormir muchísimas noches.
Un esfuerzo intenso, que se veía recompensado cada vez que íbamos a la 6 am a la rotativa de El Adelanto, a ver los ojos de nuestra criatura imprimirse.
O cuando veíamos a todos los estudiantes en el campus leyendo nuestra creación. ¡Qué sensación tan plena! ¿Os acordáis queridos compañeros?
¡Si echo la vista atrás me parece increíble que hiciésemos posible algo así, con tan pocos medios!
Quien ha hecho algo propio alguna vez sabe del valor que tiene algo así y la experiencia que proporciona.
Este fue, sin duda, uno de mis primeros sueños cumplidos. Y mi primer emprendimiento.
Gracias a todos por hacerlo posible.
Al verlo, me he puesto a llorar de emoción.
Somos capaces de hacer cosas increíbles las personas.
Hay que tenerlo bien presente.
Si estabas en el año 2000 en Salamanca, te acordarás...